Las tendencias educativas actualmente se
encuentran encaminadas hacia una formación de competencias lo cual nos lleva a
pensar que tenemos que hablar de competencias desde el grado preescolar.
Las competencias son acciones que expresan
el desempeño del hombre en su interacción con contextos socioculturales y
disciplinares específicos.
Si la competencia se refiere a un
SABER-HACER o conocimiento implícito en un campo del actuar humano, se trata de
un conocimiento que es inseparable de la acción misma y de la naturaleza
distinta a las formas conceptuales y discursivas del conocimiento,
naturalmente, las competencias no se refieren a un aprendizaje, derivado
totalmente de la experiencia, sino a reglas abstractas inferidas y construidas
a partir de esquemas de procesamiento, posiblemente innatos, que restringen y
canalizan la actividad cognitiva.
Es importante señalar que una competencia
es una ACCIÓN SITUADA que se define en relación con determinados instrumentos
mediadores. Por lo tanto, el ambiente propicia el desarrollo de dichas
competencias por las demandas cognitivas, sociales, lingüísticas y
comunicativas que plantea permanentemente.
Puede afirmarse que las competencias son
construcciones individuales fruto de las interacciones fluctuantes de sus
estructuras cognoscitivas, y de estas con su entorno y se relacionan con las
actitudes y con la inteligencia.
El concepto de competencia implica la
idea de una mente activa y compleja y por tanto la de un sujeto productor. Un
sujeto que trabaja de manera activa el conocimiento y los saberes que recibe, a
partir de lo que posee y lo que le es brindado desde su entorno.
El concepto de competencia es
multidimensional e incluye distintos niveles como saber (datos, conceptos,
conocimientos), saber hacer (habilidades, destrezas, métodos de actuación),
saber ser (actitudes y valores que guían el comportamiento) y saber estar
(capacidades relacionada con la comunicación interpersonal y el trabajo
cooperativo). En otras palabras, la competencia es la capacidad de un buen
desempeño en contextos complejos y auténticos. Se basa en la integración y
activación de conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores.
Con
todas estas herramientas descritas puede el sujeto jugar con el conocimiento
porque lo puede transformar, abstraer, deducir, particularizar, lo generalizar
significarlo desde varios referentes. En otras palabras, educar para el
desarrollo de competencias es permitir la construcción de conocimientos, la
participación activa y responsable de los alumnos, la creación colectiva de
deberes, significados y realidades, y de un ser humano que se desarrolla como
tal a través del encuentro con el otro y con la cultura.
Una competencia en educación es: un
conjunto de comportamientos sociales, afectivos y habilidades cognoscitivas,
psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un
papel, un desempeño, una actividad o una tarea.
Actualmente se continúa debatiendo cuáles
son las competencias genéricas, no obstante los diversos autores coinciden en
las siguientes:
1.
Capacidad de aprender a aprender.
2.
Capacidad de aplicar los conocimientos en la práctica.
3.
Capacidad de análisis y síntesis.
4.
Capacidad para adaptarse a las nuevas situaciones.
5.
Habilidades interpersonales.
6.
Capacidad para generar nuevas ideas (creatividad).
7.
Comunicación oral y escrita en la propia lengua.
8.
Resolución de problemas y toma de decisiones.
9.
Capacidad crítica y autocrítica.
10.
Habilidades básicas de manejo de la computadora.
11.
Trabajo colaborativo.
12.
Conocimientos generales básicos sobre el área de estudio, disciplina o
profesión.
13.
Compromiso ético (valores).
14.
Conocimiento de una segunda lengua.
15.
Apreciación de la diversidad y multiculturalidad.
16.
Habilidades de investigación.
Principales características de la educación
basada en competencias quien aprende lo hace al identificarse con lo que
produce, al reconocer el proceso que realiza para construir y las metodologías
que dirigen este proceso.
La evaluación determina qué algo
específico va a desempeñar o construir el estudiante y se basa en la
comprobación de que el alumno es capaz de construirlo o desempeñarlo.
La educación basada en competencias
concierne a una experiencia práctica, que se vincula a los conocimientos para
lograr una intención. La teoría y la experiencia práctica convergen con las
habilidades y los valores, utilizando la teoría para aplicar el conocimiento a
la construcción o desempeño de algo.
Así, es necesario facilitar el desarrollo
de las habilidades, la madurez de los hábitos mentales y de conducta que se
relacionen con los valores universales. Asegurándose de que el fin y centro del
aprendizaje sea el alumno, reforzando el desarrollo del pensamiento crítico del
estudiante, con objeto de que éste cuente con herramientas que le permitan
discernir, deliberar y elegir libremente, de tal forma que en un futuro próximo
pueda comprometerse en la construcción de sus propias competencias.
Es
importante proporcionar al estudiante:
Diferentes variables y dejar de
centrarlo exclusivamente en los contenidos de las materias.
Utilizar recursos que simulen la vida
real.
Conducirlo al análisis y resolución de
problemas, que los aborde de manera integral en un trabajo cooperativo o por
equipos, apoyado por el trabajo personal del profesor con cada alumno.
También es importante tener presente que
mucho de lo que los estudiantes ahora aprenden mañana será obsoleto y que las
habilidades genéricas, por otro lado, no envejecen, se desarrollan y aumentan,
especialmente si se aprenden en un clima de libertad.
Diremos entonces que COMPETENCIA es la
construcción de aprendizajes significativos y útiles es indispensable el
desarrollo de estas habilidades, que, en gran medida pueden desenvolverse
mediante el aprendizaje por experiencia en situaciones concretas de trabajo y
son, por ejemplo:
DESTREZAS
OCUPACIONALES:
Se
relacionan con el desarrollo de la persona; con la capacidad para expresarse y
con la capacidad de manejar la información.
DESTREZAS
SOCIALES:
Capacidad
de colaborar con los otros y mostrar comportamientos orientados a integrar y
fortalecer a un grupo determinado.
Competencia
participativa: saber participar, ser capaz de organizar y decidir.
DESTREZAS
DE ACCIÓN:
Competencias
de acción: resultado de la integración de las competencias anteriormente
señaladas, que construyen prácticas específicas y manejan los cambios.
Un cambio importante de tomar en cuenta es
cómo medir la construcción de competencias en el alumno, puesto que no es
posible medirlas con una evaluación o con un examen, como estamos acostumbrados
a hacerlo, la única forma de lograrlo es mediante el desempeño. Para hablar de desempeño, es preferible
utilizar, en vez del vocablo tradicional "Alcanzar un objetivo", el
término " Resultados " porque define con mayor claridad las metas del
aprendizaje y las prácticas básicas y avanzadas de las materias de aprendizaje.
El término objetivo implica intención y el término competencia implica
resultado. Pero " Resultados " son los frutos que se obtienen, el
final del producto, el foco de todas las actividades relacionadas, requieren
que las competencias se hayan construido y las habilidad desarrollado.
Implican, además, que el estudiante se haya comprometido y transformado en
competente, que descubra las habilidades que utiliza y obtenga una visión
valorativa hacia su práctica. El
desempeño en la educación está establecido por una manifestación externa que
evidencia: el nivel de aprendizaje del conocimiento y el desarrollo de las
habilidades y de los valores del alumno.
El producto o desempeño debe presentarse de acuerdo con los términos o
criterios de las exigencias de calidad que previamente se habrán acordado o
establecido para la presentación o desempeño de este resultado. El desempeño se describe como un resultado de
lo que el alumno está capacitado a hacer o producir al finalizar una etapa. No
se evalúa al alumno, sino el resultado o el producto final que él ha
construido.
En un programa basado en competencias los
objetivos se convierten en resultados y responden a dos preguntas: ¿qué hacer
en la vida laboral y cotidiana con los conocimientos adquiridos en este curso?
¿Cómo se pueden utilizar los conocimientos adquiridos en este curso para
confrontar situaciones reales?
FUNCIÓN
DEL PROFESOR:
El
profesor deberá:
• Organizar el aprendizaje como una
construcción de competencias por los alumnos.
• La materia y actividades deberán ser
interdisciplinares.
• Diseñar el desarrollo de los temas con base
en actividades realizadas por los alumnos.
• Concebir el currículo como un proyecto de
actividades a través de las cuales las competencias y las habilidades pueden
ser construidas por los alumnos.
• Diseñar proyectos de trabajo para una
investigación dirigida.
• Estrategias para una enseñanza y un
aprendizaje como investigación.
• Diseñar actividades dirigidas a recurrir a
modelizaciones, simulación de experimentos, etc.
Dirigir
las actividades de los alumnos
• Facilitar oportunamente la información
necesaria para que los alumnos contrasten la validez de su trabajo, abriéndoles
nuevas perspectivas.
• Contribuir a establecer formas de
organización que favorezcan las interacciones entre diferentes materias, el
aula, la institución, el medio exterior y diferentes países.
• Saber actuar como experto, capaz de dirigir
el trabajo en equipo de “investigadores principiantes”.
Evaluar
• Concebir y utilizar la evaluación como un
instrumento de aprendizaje.
• Ampliar el concepto y la práctica de la
evaluación al conjunto de saberes, destrezas, actitudes y valores.
• Diseñar e introducir nuevas formas de
evaluación, basadas en el resultado y desempeño.
Utilizar
la investigación e innovación
• Asociar sólidamente docencia e investigación.
• Trabajar con alumnos pares de diferentes
países.
• La investigación como una de las actividades
más efectivas que mejoran la enseñanza y la toma de decisiones de profesores y
alumnos.
Podemos
establecer un cuadro comparativo entre el enfoque tradicional y enfoque basado
en competencias:
Tradicional Por competencias
Concepto Evaluación de la capacidad del
aprendizaje. Evaluación del desempeño.
Bases Currículos definidos por los profesores Normas explícitas de desempeño.
Requisitos
de evaluación Integrados en los programas. Independientes al programa.
Evidencias Determinados en el plan de estudio. Criterios de validación e
individualización.
La educación tradicional, ha sido bastante
cuestionada por propiciar desvinculaciones entre la teoría y la práctica,
desatención, descontextualización del conocimiento y aprendizaje memorístico.
La crítica reflexiva a este enfoque, promueve la búsqueda de nuevas
alternativas para la solución de los problemas en la educación. El tema del
diseño curricular basado en Competencias, es para las instituciones educativas
el nuevo paradigma que tiende a reemplazar al modelo tradicional y que busca
lograr la conjunción de la teoría con la práctica y de lo profesional con lo
académico.
DIFERENCIAS
DE LA EDUCACION TRADICIONAL Y LAS FBC
¿Qué
significa un enfoque educativo por competencias?, ¿qué diferencia tiene
respecto de un modelo tradicional?, y ¿en qué medida este pueda resolver los
problemas actuales de la educación superior? Son las preguntas más recurrentes
a las que uno se enfrenta, en la implementación de las FBC. En este trabajo
presentamos las diferencias principales que enmarcan la Formación por
Competencia con la tradicional; desde el enfoque de demanda y oferta, calidad
educativa, contenidos, competencia del estudiante, los procesos metodológicos y
los perfiles académicos del egresado
1.-
Demanda y oferta laboral: La brecha entre la oferta y la demanda laboral en el
país se mantiene, en deterioro, debido a los grandes cambios que van surgiendo
en el contexto social y tecnológico; de igual manera se han discutido las
diversas perspectivas teórico-metodológicas bajo las cuales se plantea lograr
no sólo una vinculación exitosa entre la teoría y la práctica, sino también
entre la formación de los profesionales y las demandas de los contextos
ocupacionales.
2.-
Pertinencia y calidad educativa: Para hablar de la pertinencia es necesario
tener claro cuál es su relación directa con la función educativa en América
Latina. Pertinencia se define como la cualidad de lo que es conveniente y
oportuno, y es un concepto que refiere directamente a la Calidad
educativa. De igual forma, la
pertinencia se refiere a que sí lo que se está enseñando produce las
competencias necesarias para garantizar el crecimiento del País, se entiende
que la educación es el único medio para superar la pobreza por ello la calidad
de la educación es un derecho fundamental, además de ser eficaz y eficiente,
debe respetar los derechos de todas las personas.
En la educación tradicional se cuestiona,
especialmente, la calidad y pertinencia de los aprendizajes, que no parecen
corresponder con las demandas del mundo contemporáneo y se hacen diversas
recomendaciones orientadas para dar la máxima prioridad a las competencias para
acceder a la cultura, la información, a la tecnología y para continuar aprendiendo.
El aprendizaje efectivo de estas competencias requiere la utilización de nuevos
métodos y medios de enseñanza. El dominio de las competencias debe
complementarse con aprendizajes que favorezcan el desarrollo de capacidades de
equilibrio personal, de relación interpersonal, de inserción social y
desarrollo cognitivo, prestando especial atención al aprendizaje de habilidades
que permitan aprender a aprender e interpretar, a organizar, analizar y
utilizar la información.
En la formación basado por competencia la
pertinencia y la calidad educativa remite a la necesidad de que ésta sea
significativa para personas de distintos contextos sociales y culturales, y con
diferentes capacidades e intereses, de tal forma que puedan apropiarse de los
contenidos de la cultura, mundial y local, y construirse como sujetos en la
sociedad, desarrollando su autonomía, autogobierno, su libertad y su propia
identidad.
Para que haya pertinencia y calidad en la
educación, la oferta educativa, el currículo y los métodos de enseñanza tienen
que ser flexibles para adaptarse a las necesidades y características de los
estudiantes y de los diversos contextos sociales y culturales; esta
flexibilidad es ofrecida por la Formación Basada en Competencia
La pertinencia en la FBC responderá a las
necesidades y expectativas de los entornos, sean estos sociales, productivos o
familiares; estas pertinencia estarán en condiciones de aportar a la
transformación y desarrollo de las comunidades locales y nacionales, preparar
para la inserción en el mundo del trabajo en la medida en que se articula con
el sector productivo y aportar a la construcción de un mundo más justo, más
equitativo y comprometido con el ambiente.
3.-
Perfil Profesional académico: La naturaleza de las competencias permite conocer
y comprender los fundamentos en los que se basa el perfil profesional de una
ocupación. La definición de un perfil por competencias se ve ligado a la
realidad en la que se encuentra, al contexto social, económico – laboral y al tipo de conocimiento que supone.
En el modelo tradicional el perfil
profesional responde a un perfil generalmente típico, académico y disciplinado,
enfatiza los saberes conceptuales, las aéreas de conocimiento especializadas.
Para la Formación Basado en Competencia el perfil responde a una situación
académica – profesional, combina competencias profesionales y académica, es un
perfil muy vinculado al ámbito laboral, altamente especializado en su perfil
ocupacional
4.-
Contenidos y competencias.
El
diseño curricular basado en competencias tiene las siguientes características:
Las capacidades que constituyen los
objetivos generales del diseño curricular, son inferidas a partir de los
elementos de competencia.
Adopta una estructura modular.
Su contenido desarrolla un enfoque
integrador respecto de todas sus dimensiones, tiende a la integración de
capacidades, de contenidos, de teoría y de práctica, de actividades y de
evaluación.
Los criterios para la aprobación de los
distintos módulos se basan en los criterios de evaluación establecidos en la
norma.
Adopta para su desarrollo un enfoque de
enseñanza-aprendizaje significativo.
5.-
Metodología del diseño macro curricular en la oferta educativa actual:
La gran diferencia del enfoque por
competencias, con respecto a lo tradicional, es que la competencia no proviene
solamente de la aprobación de un currículo basado en objetivos cognitivos, sino
de la aplicación de conocimientos en circunstancias prácticas La metodología de docencia del currículo
basado en competencias, es planificada, se hace a partir de un diagnóstico
prospectivo de la realidad donde se va desempeñar el egresado y particularmente
sobre la base de las áreas de desempeño, las funciones y las tareas que
determinan su ejercicio profesional. La planificación de la docencia
tradicional se basa más bien en las lógicas conceptuales que especifican los
especialistas del mundo académico
La metodología tradicional es de
transmisión-recepción de conocimientos, que requiere básicamente de la
memorización de los conceptos, un fuerte énfasis en la aplicación de la memoria
en la resolución de los problemas y la realización de actividades prácticas muy
pautadas.
Es necesario tomar nota del cambio entre
un currículo tradicional y uno basado en competencias en tanto el primero está
centrado en el contenido, el segundo en los indicadores de desempeño. Para el
primero los tiempos de enseñanza son fijos y para el segundo son variables ya
que se tiene en cuenta el ritmo personal de aprendizaje, es decir, centrado en
las necesidades individuales. En tanto, la evaluación de competencias es un
proceso de recolección de evidencias sobre el desempeño de una persona con el
propósito de formarse un juicio sobre su competencia a partir de referente
estandarizado e identificar aquellas áreas que requieren ser fortalecidas
mediante la capacitación para alcanzar el nivel de competencia requerido. A
diferencia de la evaluación tradicional, en la evaluación por competencias, se
compara el desempeño individual con el estándar, los evaluados conocen de
antemano qué y cómo se va a evaluar; los evaluados participan en la fijación de
objetivos; es un proceso planificado y coordinado; se centra en evidencias del
desempeño real en situaciones específicas;
el evaluador juega un papel activo, como formador y orientador.
El diseño curricular tradicional es por
asignaturas (una unidad de desarrollo curricular), un plan de formación que
apunta a aprendizajes formales en una disciplina del conocimiento (enfoques
conceptuales y metodológicos centrados en la enseñanza), donde se gestionan
horas docentes.
El diseño curricular por FBC es centrado
en materias integradas y orientadas que responden a los distintos perfiles
profesionales, es un diseño curricular modular, con planes de formación cuyos
componentes desarrollan una unidad de competencia, basado en el análisis
funcional o de tareas (se establecen estándares de competencia). Se gestionan
horas docentes y carga del estudiante, se tiende a instalar un sistema de
créditos transferible para permitir la movilidad curricular y lleva al
estudiante lograr una determinada competencia en ciertos espacios de tiempos.
La unidad de desarrollo curricular son módulos atreves de las cuales están
distribuidos los niveles de competencias, estos pueden ser diseñados por
situaciones profesionales en torno a problemas o por medio de proyectos.
Para concluir diremos que la educación en
términos generales y en especial la evaluación requieren cambios que le
permitan ser coherente con la innovación curricular y las nuevas estrategias
didácticas que se han incorporado en la formación de los estudiantes. Ya no se
trata de constatar si la indagación o los contenidos han sido acumulados, sino
de preguntarse por el estado en el que el estudiante se encuentra cuando se le
presentan situaciones nuevas, elementos distintos, problemas más complejos que
resolver frente a acontecimientos reales, sean éstos de carácter científico,
técnico, humanístico o artístico. Una evaluación que no tenga como meta
verificar estados terminales sino estadios o momentos para reconocer
debilidades o adelantos relevantes en los procesos de aprendizaje de los
estudiantes en situaciones y contextos particulares. Una evaluación que ayude
al educador a sentir la necesidad de investigar, de innovar y de transformar
los saberes y los modos de interactuar con ellos. Sin embargo, a pesar que hace más de dos
décadas se viene teorizando sobre la coherencia
entre el currículo, didáctica y evaluación en el cambio de paradigma,
aún se mantienen prácticas evaluativas tradicionales incongruentes en los
diferentes niveles de los diferentes sistemas educativos.
Si tomamos a pie juntillas lo que algunos
autores plantean nos inclinamos por aquella donde se define la evaluación por competencias como el
proceso mediante el cual se busca determinar el nivel de dominio de una
competencia con base en criterios consensuados y evidencias para establecer los
logros y los aspectos a mejorar, buscando que la persona tenga el reto del
mejoramiento continuo, a través de la metacognición (Tobón, 2006).
Sergio
Tobón (2004), propone el concepto de valoración para resaltar el carácter
apreciativo de la evaluación y enfatizar en que es ante todo un procedimiento
para generar valor (reconocimiento) a lo que las personas aprenden, basado en
la complejidad, puesto que tiene en cuenta las múltiples dimensiones y
relaciones entre estudiantes, empresas y profesores. La valoración, aunque
constituye un juicio de valor, se regula con base en una serie de criterios
previamente acordados con los estudiantes.
Es
así y sólo así que la educación podrá mejorar los niveles en los cuales se
encuentra y que todos o casi todos los países de América Latina están en la
búsqueda de los aspectos de mejora que catapulten a las sociedades del
conocimiento.